jueves, 25 de febrero de 2016

Hogar dulce hogar.

Por fin en casa, no veía la hora de estar de nuevo en mi entorno con mis cosas, con mi gente y con mis costumbres.
Costó amoldarme nuevamente pero de a poco lo estoy haciendo, creo que no hay nada más lindo que recibir abrazos llenos de sentimientos después de haber estado sola por mucho tiempo, es agradable ver las mismas sonrisas de siempre, esas son las cosas que uno no se da cuenta de la importancia que tienen hasta que te faltan y a mi me hicieron más falta que nunca.
Ahora estoy con vida y además de poder disfrutar el vivir también puedo disfrutarla rodeada gente que más amo en el mundo.

Pensé que no iba a andar recordando lo que me paso al volver casa y al estar con miles de cosas en la cabeza, pero sin embargo los recuerdos están, cuanto duele acordarse de todo el sufrimiento que pasé para poder llegar sana y salva a casa, es como que no queres recordar más pero parece apropósito y llueven los recuerdos.. y ahí estás con los ojos desbordados de lágrimas, con miedo a que suceda todo de nuevo, diciendo mentalmente: -"no quiero sufrir más de esa manera".
Y si, tengo miedo de tener nuevamente leucemia y aunque todos digan que no piense en eso es en vano, porque después de haber estado al borde del abismo tenes miedo de parpadear y que estés nuevamente ahí.. haciendo equilibrio para no caer.
Pero sacando eso, estoy más que contenta con la fortaleza que todos los de mi alrededor tuvieron por mi familia y por mi.

Y nada a disfrutar de la nueva oportunidad que tengo de vivir!