Cada noche paso por lo mismo, apago el celular dispuesta a dormir y me quedo en completa oscuridad de mi habitación. Cierro los ojos y como una marea salvaje se me vienen pensamientos de variadas índoles, me agarra un temblor, empiezo a dar vueltas en la cama, prendo la luz, bebo agua y nuevamente agarro el celular así atenuar mi cabeza, la ansiedad que me carcome.
Mi interior quiere explotar, tengo ganas de llorar pero no tengo lágrimas, tengo ganas de gritar pero no tengo voz. ¿Qué es esto y cuándo acabará? ¿Es acaso miedo a que se reinicie lo que viví? Yo creo que ese miedo por más que uno lo trate en terapia creo que va a estar, miedo a que todo de un día para otro se torne oscuro, que los planes que tenias pensados queden anulados y que te encuentres conectada a una maquina donde te pasan quimioterapia.
Pero luego mis ojos se cierran y mi mente queda en silencio, logro conciliar el sueño y al día siguiente es como que esa nube tormentosa al final desaparece y vuelve a salir ese sol radiante tocando cada rinconcito de mi alma, y así es como un día nuevo para vivir comienza.
Al final es cierto; que al final de cada tormenta, sale el sol.
Pero luego mis ojos se cierran y mi mente queda en silencio, logro conciliar el sueño y al día siguiente es como que esa nube tormentosa al final desaparece y vuelve a salir ese sol radiante tocando cada rinconcito de mi alma, y así es como un día nuevo para vivir comienza.
Al final es cierto; que al final de cada tormenta, sale el sol.