martes, 31 de julio de 2018

¿Cuando la vida nos va a dar un respiro?

¿Y cuando sentís que se te va el alma? ¿Dónde se la busca?. Esta vez está siendo más complicado, mas por el lado emocional, una vez que el cuerpo lamentablemente se acostumbra al dolor de los pinchazos, de las cortadas, los tirones, es como que tocas un botón y dejas de sentir, solo reaccionas con un “auch” o un “esto duele mucho”, pero solo lo hago por instinto, ya no siento o trato de hacer lo posible para no sentir.
A veces mi cabeza no piensa, solo se queda en blanco, como si se escapara de mí, si se fuera a un lugar distinto, exiliada de toda la realidad.
Hoy me dieron el alta temporal hasta la otra etapa, cuando llegué al departamento, no me sentía libre, mi mente solo imaginaba estar en la cama de hospital, entre esas cuatro paredes, no podía sentirme de alta, me agarró miedo de que cualquier cosa por más que mis defensas estuvieran bien, que algo me volviera a dañar y tener que volver con la ilusión por los suelos a estar encerrada.
Quedé en corto, con miedo, esta vez es otro mundo que estoy conociendo, otros métodos, otra gente. Me acostumbré a vivir tranquila, como si yo fuera invisible para la enfermedad, pero la verdad que al final nadie está a salvo o quizás el miedo está muy dentro de nosotros, evitando cualquier posibilidad de pasar por una situación así, hasta que dolorosamente pasa, te golpea y te pone en tu lugar.
Quizás no es bueno planear a futuro, o quizás es bueno no dejar de planear pero recordando siempre que nuestro futuro es incierto, que no lo manejamos nosotros, que cuando pensamos tener todo bajo control algo puede arrasar con todo dejándote sin nada.
A los golpes se aprende dicen, no sé si merecía ser golpeada tan fuerte pero si, es verdad, después todo cambia, desde como hablas hasta como sentís, tus pensamientos no encajan con los de los demás, ves cómo la gente se hace problema por cosas tan superficiales y vos solo pensas:- che estás vivo, no estás en una cama de hospital, no estas pensando si pasas o no de este día.

Y nuevamente estoy internada, esperando el anhelado trasplante de médula que va a ser este viernes 03/08/18, no sé cómo sentirme, tengo miedo e incertidumbre, quiero avanzar y sacarme de encima toda esta carga que no deja que respire tranquila por las noches, que hace que tema por mi vida segundo a segundo. Pero no quiero esperar lo del medio, estoy tan cansada de esperar; solo quiero irme a casa de una vez, quiero estar con mi familia, mi novio, estudiando lo que me hace feliz, vivir una vida normal, que solo me preocupe si me resfrío o no. Ya estoy harta de no estar en mi casa, de tener esta rutina de hospital, quiero dormir en mi cama y comer lo que quiera cuando quiera, quiero llegar y tirarme en la cama con mis gatos sin tener que preocuparme por cosas así nunca más.
No veo la hora de que todo esto termine de una vez y que sea para siempre, simplemente no tengo fuerzas de ningún tipo, ya mis piernas flaquean y mi corazón duele con cada día que trascurre.
Quiero una vida tranquila para mis padres, que nunca más
 tengan que preocuparse por la posibilidad de perderme o que tengan el mismo miedo de vuelva o no a pasar, quiero paz, felicidad y pura calma.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario